dilluns, 5 d’abril del 2021

Gordillo reclama límites y policía para controlar al 'turismo de borrachera'

Presidenta de la patronal hotelera pitiüsa: “Los turistas no pueden hacer lo que les plazca en Eivissa”

 

Ana Gordillo, presidenta de la patronal hotelera pitiüsa

 PROU/Redacció.-Los hoteleros de Eivissa y Formentera van a afrontar una segunda temporada turística cargada de incertidumbres y dificultades. La presidenta de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (FEIB), Ana Gordillo, confirma a PROU que el verano se presenta “un tanto incierto”, con noticias que no son “alentadoras ni muy favorables”. “Somos optimistas, pero siempre desde un plano realista”, manifiesta.

La patronal es consciente de que, tal y como sucedió en 2020, van a trabajar mucho con reservas de última hora puesto que, a la hora de reservar unas vacaciones, “entendemos que la gente está un poco reticente” y los turistas prefieren ver qué va a pasar o cómo será la situación sanitaria. Aún así, Gordillo confía en que la temporada sea mejor que la de 2020.

“El Covid ha puesto en jaque al principal sustento de nuestra isla, el turismo, porque directa o indirectamente la mayor parte de la población vive de ello. Por eso, ahora no nos tenemos que poner a cambiar algo que funciona y ha funcionado durante tantos años. La situación actual es a causa de la pandemia que estamos viviendo, no a causa del modelo turístico y así, los territorios que vivimos de ello somos los más afectados”, considera Gordillo.

La presidenta recuerda que antes de la pandemia ya se trabajaba en Eivissa para fomentar un turismo diverso al de 'sol y playa', como el deportivo o el de congresos, con el objetivo de desestacionalizar. Con la crisis, desde la patronal explican que habrá que esperar a que todo pase y se pueda volver a la normalidad para seguir trabajando en esa línea y fomentar ese mercado que interesa “muchísimo”.

Desde Fehif recuerdan que Eivissa tiene un producto “muy bueno”, pero hay que tratar de abarcar a otro tipo de visitante, aunque “ahora esto está parado porque la situación no lo permite”.

Sobre el crecimiento turístico en la isla, Gordillo considera que los visitantes tienen que ser bienvenidos, por lo que determinadas campañas como las realizadas años atrás no son vistas con buenos ojos por el sector y “ahora mismo no creo que haya que enviar a los turistas mensajes negativos porque, ya se ha visto, que sin turismo difícilmente podemos sobrevivir, sobre todo territorios como Eivissa”.

“Es difícil hablar de poner límites al turismo cuando ahora mismo lo necesitamos tanto”, insiste.

Sobre el turismo de borrachera, la presidenta tiene claro que “lo que hay que hacer es poner límites y normas que se hagan cumplir y que quien venga no se piense que puede hacer lo que le plazca. De ahí la importancia de la presencia policial para hacer cumplir estas normas”.

“Gente que va de fiesta, borracha, la hay por todo. No es algo que se haya inventado aquí o que sólo se dé aquí ni que sólo lo hagan los turistas. Lo que hay que hacer es controlar y poner los medios necesarios para que las leyes y ordenanzas se cumplan”, explica Gordillo.

Por último, lanza un mensaje a los socios de PROU e insiste en la importancia de transmitir a visitantes y residentes que en Eivissa hay “control y esa sensación de tranquilidad” y que “los turistas que vengan, lo hagan concienciados y sepan que aquí no se puede hacer lo que a uno le plazca”.

En una situación como la actual, hay que darse cuenta de cuál es la realidad de Eivissa, que debe seguir existiendo. Así, “los turistas deben ser bienvenidos, siempre con un respeto hacia el territorio y hacia los ciudadanos y hacia la tierra que todos tanto queremos y que seguro ellos también quieren”, concluye.

 

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